La deuda odiosa

La deuda externa no se puede explicar solamente mirando los procesos internos del país en un momento determinado, es fundamental entender la coyuntura internacional y la historia del endeudamiento. La historia de la deuda externa argentina tiene casi dos siglos, sin embargo la forma de endeudamiento tuvo un giro fundamental durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica, cuando el neoliberalismo se impuso sobre el modelo desarrollista.

El neoliberalismo fracasó porque la promesa de afluencia de capitales salvadores nunca ocurrió, y en su lugar la industria nacional fue desmoronándose lentamente, triste drama que culminaría durante los ’90. Los mecanismos de la decadencia neoliberal se expandieron como un virus en los países del tercer mundo: empresas nacionales que pierden competitividad, tasas de interés favorables para las empresas extranjeras, balanza comercial deficitaria por la afluencia de bienes no convertibles que solamente provocan fuga de capitales, consecuencias sociales aberrantes (desempleo, pobreza, indigencia, violencia institucional)…

Los fondos buitres son la herencia de una política de endeudamiento que, lejos de ser soberana -en el sentido de contar con el aval de la sociedad- está fuertemente vinculada a los planes de austeridad impuestos por los organismos de crédito internacionales y avalados por una clase política que no representa los intereses de la gente. Planes desarrollados con una asepsia y una rigurosidad científica que no deja lugar a dudas que están muy lejos de entender y ocuparse de los problemas reales del país.

Deuda ilegal, inmoral, ilegítima y fraudulenta

Al inicio de la dictadura de 1976 la deuda externa no llegaba a los 8.000 millones de USD. En 1983 cuando asumio Alfonsín la deuda habia ascendido a 45.000 millones de dólares. Desde entonces hemos pagado 390.000 millones (173.000 durante el kirchnerismo) y aún así la deuda oficial llega a los 197.464 millones de USD, sin incluir lo reclamado por el Club de París o los demás fondos buitres que no ingresaron en las última renegociaciones.

En el año 2000 el juez Ballestero declaró mas del 90% de la deuda contraida por la dictadura (que representa aproximadamente el 50% de la actual) como “ilegal, inmoral, ilegítima y fraudulenta”. Señaló 477 operaciones irregulares e instó al Congreso a que se expidiera sobre estos numerosos delitos, cosa que no ha sucedido. Desde entonces hay 3 nuevas causas penales sobre la deuda.

Además de la deuda privada estatizada (Macri, Fortabat, Bunge & Born, Bridas, Bulgheroni, Pérez Companc, Techint, etc.) y las sucesivas renegociaciones (Plan Bradley, Megacanje, etc.) que hicieron que, una y otra vez, creciera el capital y los intereses de la deuda, se efectuan pagos por encima de las obligaciones (como el cupón del PBI, el pago a Repsol o el acuerdo secreto con el Club de París) y de deuda de dudosa procedencia sin ningún tipo de respaldo documental oficial. Al punto que no se sabe a ciencia cierta a quién, cuánto y en concepto de qué se debe.

evolución-de-la-deuda Evolución de la deuda externa argentina desde 1976 (en millones de dólares)

Antecedentes internacionales

Argentina no es el único país que se ha encontrado en esta encrucijada. La agrupación ATTAC reclama la auditoría de la deuda en cada uno de los países de la Unión Europea.

En el 2003 el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos declaró que la deuda de Irak era odiosa. Luego el Club de París le realizó una quita del 80% con el acuerdo de no mencionar el nombre deuda odiosa.

Y finalmente, en el 2008, Ecuador creó un Comité de Auditoría que concluyó que gran parte de la deuda de los gobiernos anteriores era ilegítima y declaró el cese de pagos del 70%. Luego en forma secreta compró parte de su deuda a precio de mercado, muy por debajo de su valor.

Auditoría ya

Desde el Partido Pirata pensamos que cualquier modelo económico que favorezca principalmente a grandes capitales (ya sean nacionales o extranjeros) en detrimento del desarrollo sustentable de las comunidades es ilegítimo. Desde nuestra perspectiva, el endeudamiento a través de capitales que exigen garantías políticas y jurídicas es una forma de imperialismo económico y lo repudiamos completamente.

Lo que necesitamos es ganar soberanía real y dejar de lado la soberanía exclusivamente legal o normativa. Mantener el aparato del Estado no debería ser una prioridad, sino al contrario, el Estado debe impulsar políticas de autoabastecimiento local, de cooperativismo, de integración provincial, de redistribución del ingreso a nivel local, de autocapacitación y promoción de los bienes comunes y garantizar su implementación. Enfrentar una crisis financiera debería ser un esfuerzo conjunto, distribuido y colectivo, no la negociación de unos pocos que protegen intereses individuales.

Continuar con el pago y refinanciación de esta “deuda” hasta no se haya resuelto su legitimidad es una locura por donde se lo mire.

Desde el Partido Pirata acompañaremos toda campaña destinada a no pagar la deuda que ya ha sido declarada ilegal y a cesar los pagos de la totalidad de la deuda hasta haya sido revisada su legitimidad, porque consideramos que de otra forma estaríamos encubriendo e incurriendo en los mismos delitos que crearon esta deuda odiosa, ilegitima, fraudulenta e ilegal.